Primavera de otoño: Luce árboles embravecidos.
Sosegados los pájaros, cien latidos por minuto.
No recuerdan la hoja seca, dádiva invernal,
quebrazón de nervios laterales, entre los pies de algún transeúnte.
Turgencia de todas las cosas, hasta parece que mi pecho se crece,
un volantín en el ojo de aquella nube, la con forma de jinete
de sombrero levantado, personaje de tierras extrañas.
Por eso odio el verano, la primavera,
prima vecina,
sus colores vivarachos se meten en el ánimo colectivo,
pachanga y la gran fiesta
e igual prefiero el frío tibio del otoño, tan amigo mío.
martes, octubre 23, 2012
domingo, octubre 14, 2012
Pájaros
Los amargados se lo pierden todo. Nunca miran el cielo, el suelo les atrae más.
Hoy vi gaviotas volando en círculo y decidí que me complacen, no fue satisfacción inmediata (de esa de saborear el chocolate dulce o el beso delicado), sino que acordé conmigo misma que así sería.
Las gaviotas son ruidosas, son como un gentío protestante, gritan y nadie entiende, nadie quiere escucharlas tampoco, algunos dicen que molesta el boche y suben la tele, la radio o cualquier aparato, la cosa es no escuchar. Para mí hoy fueron música, casi un llamado. Los días nublados son así, una invitación pa caminar al puerto de Talcahuano. Cosas que me permite la soledad.
Hoy vi gaviotas volando en círculo y decidí que me complacen, no fue satisfacción inmediata (de esa de saborear el chocolate dulce o el beso delicado), sino que acordé conmigo misma que así sería.
Las gaviotas son ruidosas, son como un gentío protestante, gritan y nadie entiende, nadie quiere escucharlas tampoco, algunos dicen que molesta el boche y suben la tele, la radio o cualquier aparato, la cosa es no escuchar. Para mí hoy fueron música, casi un llamado. Los días nublados son así, una invitación pa caminar al puerto de Talcahuano. Cosas que me permite la soledad.
domingo, septiembre 30, 2012
La espera
Quería morir
morir no como condena,
morir como corona.
La muerte, la muerte...¡ah! ... ¿quién le teme a la muerte?
todos corren tras ella, sombra invisible que no alcanzan
hasta su noche.
No hay cielo, no hay infierno, el dolor de la tierra es castigo,
barro que me consume.
Ella lo sabe...
Sus pasos sobre mi cuerpo, no hay gemidos de dolor,
¡consúmeme! no hay arrepentimiento en esta escena...
¡lapídame! merezco las peores purgas,
la maldita anunciación, esperanza de olvido...
Pero llevo un cartel en la frente,
arrástrame hasta que la piel quede desparramada,
no hay corriente que se lleve mi culpa.
morir no como condena,
morir como corona.
La muerte, la muerte...¡ah! ... ¿quién le teme a la muerte?
todos corren tras ella, sombra invisible que no alcanzan
hasta su noche.
No hay cielo, no hay infierno, el dolor de la tierra es castigo,
barro que me consume.
Ella lo sabe...
Sus pasos sobre mi cuerpo, no hay gemidos de dolor,
¡consúmeme! no hay arrepentimiento en esta escena...
¡lapídame! merezco las peores purgas,
la maldita anunciación, esperanza de olvido...
Pero llevo un cartel en la frente,
arrástrame hasta que la piel quede desparramada,
no hay corriente que se lleve mi culpa.
sábado, septiembre 29, 2012
Burgu
cada hebra es una hilacha, cuelgan gotas,
rocas blancas.
Bebe al paso cada pena, nunca descansa y espera la muerte que nunca llega.
Un fantasma te ha roído,
chanta un grito, poca pena,
de alagares te has podrido.
Un poco disperso, sombrío, es
despertar lo que queda,
antes de que amanezca, sol y tela,
vender mi alma abierta a tu sordera.
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