martes, octubre 23, 2012

La estación no preferida

Primavera de otoño: Luce árboles embravecidos. 
Sosegados los pájaros, cien latidos por minuto.
No recuerdan la hoja seca, dádiva invernal, 

quebrazón de nervios laterales, entre los pies de algún transeúnte.
 

Turgencia de todas las cosas, hasta parece que mi pecho se crece,
un volantín en el ojo de aquella nube, la con forma de jinete

de sombrero levantado, personaje de tierras extrañas.

Por eso odio el verano, la primavera,
prima vecina,
sus colores vivarachos se meten en el ánimo colectivo,
pachanga y la gran fiesta 

e igual prefiero el frío tibio del otoño, tan amigo mío.

domingo, octubre 14, 2012

Pájaros

Los amargados se lo pierden todo. Nunca miran el cielo, el suelo les atrae más.
Hoy vi gaviotas volando en círculo y decidí que me complacen, no fue satisfacción inmediata (de esa de saborear el chocolate dulce o el beso delicado), sino que acordé conmigo misma que así sería.
Las gaviotas son ruidosas, son como un gentío protestante, gritan y nadie entiende, nadie quiere escucharlas tampoco, algunos dicen que molesta el boche y suben la tele, la radio o cualquier aparato, la cosa es no escuchar. Para mí hoy fueron música, casi un llamado. Los días nublados son así, una invitación pa caminar al puerto de Talcahuano. Cosas que me permite la soledad.